Alimentos
Hospedarte con nosotros es verdaderamente una oportunidad gastronómica. En esta cocina se mezclan recetas locales, nacionales, extranjeras, vegetarianas y veganas. Las reconocidas (tradicionales, familiares, novedosas y cosmopolitas) recetas de Doña Pelancha se fusionan con los saberes y sabores locales de Doña Paulina y Doña Malinalli.
Todos los platillos son hechos con productos locales en su mayoría, de excelente calidad, pues es comida que se consume en casa. Como nos encontramos realmente a faldas del Cihuapapalotepetl, planificar comidas es toda una misión. Así que pide el presupuesto y/o envía por aquí tu solicitud de preparación de alimentos con anticipación. Se pide el anticipo de al menos el 50 % del costo acordado (varia en razón del alimento a preparar y la cantidad de personas).
Si finalmente te hospedas con nosotros y no reservaste ninguna comida, pero tienes hambre o curiosidad de comer algo delicioso, pregunta que hay de comer. Por lo general los platillos son abundantes y hay mas de una opción. El costo de los platillos es de $ 300.00 pesos por persona, ya sea desayuno, comida o cena (en ocasiones especiales el precio puede ser mas elevado debido al costo de los ingredientes utilizados para ciertos platillos como los deliciosos chiles en nogada o el bacalao).
Otras opciones para comer en Amatlán de Quetzalcóatl son la Cocina de Doña Agustina o el Mesón de Quetzalcóatl que manejan el menú típicamente tepozteco, los tlacoyos de la plaza de Quetzalcóatl de Doña Ana o el chidísimo Café KUA.
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Se pide el anticipo de al menos el 50 % del costo acordado (varia en razón del alimento a preparar y la cantidad de personas).
Y es justo ahí donde está ella, la dueña de todo y de nada…porque dice que nada le pertenece, todo es de la Madre Tierra. Ella, la que sube las escalinatas despacio. La que saborea su cigarro de tabaco recién hecho. A la que le gustan los polvorones con café negro. La que aprovecha cualquier visita para jugar. La que habla con las vacas del camino y tiene un amigo perro al que le da de comer porque es lo único que puede hacer por él. A la que le gusta ir a Tepoz todos los días. La que cuando entra al mercado va saludando a todos, aunque no la conozcan. La que no perdona su tortilla recién hecha de masa azul. Lo mágico está allá con ella, en su casa en Amatlán de Quetzalcóatl.